Como un libro abierto el Año Nuevo veo,
Y en la portada escrito “Mi vida” leo.
Abro el volumen y echo una ojeada:
las
páginas están en blanco, no dicen nada.
Pues soy escritora y la pluma en mis manos
escribe lo que leerán otros humanos.
¿Cómo será el libro de ésta, mi vida,
escrita para que por otros sea leída?
Una página escribo cada jornada;
¿valdrá la obra algo cuando esté terminada?
Ayúdame, Señor, a no hacer borrones
y vivir lo que querría escribir en estos renglones.
Gertrude Laura Gast
* * * * * *
¡No sabemos qué determinará el futuro, pero sí
sabemos Quién determina el futuro!
«Acudí al guardián de las puertas del año y le pedí
una luz para alumbrar mi camino, mas me dijo: ¡Pon tu mano en la mano de Dios y
Él será para ti más que una luz y mejor que un camino conocido!»
El Señor nos dice todo lo que necesitamos saber, y a
veces lo que queremos saber, pero generalmente tiende un velo sobre el futuro,
de modo que sólo Él lo conoce. ¡Y eso nos ayuda a aferrarnos al Señor!
Ha prometido no dejarnos ni desampararnos jamás,
pues «he aquí», dice, «Yo estoy con vosotros todos los días, ¡hasta el
fin del mundo!» (Mat.28:20) Nos ha dado la antorcha de Su Palabra para que
veamos adónde nos conduce nuestro camino. La Luz de la Palabra de Dios nos
permite siempre alumbrar el camino que tenemos por delante, ya que, según las
Escrituras: «Lámpara es a mis pies Tu Palabra, y lumbrera a mi camino.»
(Sal.119:105)
«¡Muchas cosas del mañana yo parezco no entender,
mas quien cuida del mañana cuidará de mí también!» «Y si con voz apacible,
caminos desconocidos me pide recorrer, pondré mi mano en la Suya, diciendo:
¡Adonde quieras, iré!»
* * * * * *
Un año más para amar
a mi Salvador fiel e inmortal;
un año más para alabarle
en cántico alegre y triunfal.
Aunque me depare el futuro
llanto, esfuerzo y dolor,
será eternamente el mismo
Su inestimable Amor.
¡Un año más con Jesús!
Le doy ahora la bienvenida
agradeciendo Su fiel compañía
en el difícil sendero de la vida.
Enséñame a hacer Tu voluntad,
oh Redentor, sé mi guía,
y Tu perfecto designio
cúmplase en mí cada día.
Avis Christiansen
* * * * * *
De un nuevo año en el umbral
nos encontramos nuevamente,
ignorando si dicha jovial
o vida doliente
nos deparará cuando se aproxime.
Tenemos confianza,
pues Dios en Su sabiduría sublime
nos dará la mayor bienandanza.
Thomas Wearing
* * * * * *
Minuciosamente hice mis planes,
el futuro parecía halagüeño.
No se veía sombra de desengaño;
ambiciosa era toda esperanza y sueño.
Y al terminar la jornada,
como siempre de rodillas imploré:
“Bendice, buen Señor, todos mis planes,
todo lo que espero con fe.”
Pero día tras día fallaban mis planes,
toda esperanza se desmoronaba,
mis ambiciones se deshacían
y el fracaso mi esfuerzo coronaba.
No entendía lo que pasaba...
¿acaso no había orado?
¿Por qué todo plan y esperanza
se había desbaratado?
Y en medio de la quietud
de la noche sombría
oí una tierna voz
que llamando, me decía:
“¿Por qué no dejas que tus planes los haga Yo?
Deja de intentar en vano.
Yo sé lo que necesitas,
deja el futuro en Mi mano.”
¡El futuro en Sus manos dejé,
y tan cerca de mí le sentí,
que yo sabía que El todo arreglaría
a lo largo del año nuevo que tenía ante mí!
* * * * * *
Un
transatlántico se vio atrapado en una tormenta. Durante dos días, el viento
sopló con toda su furia. Los pasajeros estaban asustados. Finalmente, un
pasajero inquieto subió con gran esfuerzo a un lugar desde donde pudo divisar
al piloto. Al regresar junto a los demás pasajeros, les comunicó la gran y
tranquilizadora noticia. Les dijo: “No hay motivo para preocuparnos. El barco
llegará a puerto; he visto al piloto y está sonriendo. Cuando el Gran
Piloto gobierna nuestra vida, podemos poner al mal tiempo buena cara y
tener paz en medio de la tempestad.
* * * * * *
¡Prepárate para un maravilloso año nuevo al servicio
del Señor!
¡Demos
gracias al Señor por ese maravilloso año que termina, pero también, Dios
mediante, por un año nuevo aun mejor! Todavía nos queda mucho que hacer por el
Señor, en otros lugares, con nuevos métodos y nuevos medios, ¡y hasta con gente
nueva! ¡Dios obrará grandes maravillas, portentos y milagros en este año!
¡Prevemos cosas aun mayores! Jesús lo prometió: “¡Y obras aun mayores haréis!”
(Juan 14:12) ¡Estoy seguro de que el Señor nos ayudará a salir adelante, a
lograr victorias, a superar obstáculos y a alcanzar este año los objetivos que
Dios quiera que alcancemos!
Te pedimos,
Señor, que nos des un año nuevo todavía mejor que el anterior. Haz que podamos
ayudar a otras personas a conocer la libertad y la alegría que nosotros hemos
hallado al conocerte a Ti. Ayúdanos, Señor, al iniciar este nuevo año, a
trabajar más que nunca, a sacrificarnos más y hacer más cosas para Ti. Danos la
fortaleza necesaria para hacer lo que Tú nos pidas, condúcenos, guíanos y
mantennos en Tu voluntad, Señor. Danos un buen año y, nos depare lo que nos
depare, que lo vivamos plenamente para Ti. Ayúdanos a convertir tantas almas
como podamos antes de que sea tarde, Señor. Lo pedimos para Tu gloria. ¡En el
nombre de Jesús, amén! ¡Feliz Año Nuevo!
* * * * * *
¡Es un Año Nuevo, y un nuevo día, con un estilo
nuevo!
¡Despidamos lo viejo y demos la bienvenida a lo
nuevo!
A medida que
progresamos, cada año que pasa, cada mes, debemos hacer cosas diferentes y de
maneras nuevas. ¡Si no se te ocurren formas mejores de hacer las cosas,
es que estás muerto! Te has metido hasta tal punto en una rutina que ya
no sales de ella. Como el águila que llevaba tanto tiempo encadenada a una
estaca clavada en el suelo y que a fuerza de dar vueltas y más vueltas en
círculo había abierto un surco en la tierra. Cuando finalmente su amo decidió
dejarla en libertad, le quitó la argolla metálica y la lanzó al aire, mas ella
dio unos cuantos aletazos y se cayó de nuevo al suelo. ¡Y acercándose a su
surco de siempre, se puso a dar vueltas otra vez! ¡Sin la cadena! ¡Sin el aro!
¡Por la fuerza de la costumbre!
“Por cuanto
no cambian, ¡ni temen a Dios!” (Salmo 55:19) ¡Los cambios te ayudan a poner la
confianza en Dios! ¿Amén? Y cada cambio que El nos trae es una revolución para
mejorar! Entonces, olvídate de la forma en que acostumbrabas
hacer las cosas. Pregúntate: “¿Cómo tengo que hacerlas ahora?”
¡Señor,
ayúdanos a “despojarnos de todo peso y del pecado que nos asedia, para que
podamos correr la carrera que tenemos por delante”! (Hebreos 12:1) Señor,
ayúdanos a cambiar las cosas que no es necesario cambiar; ¡y sobre todo, Señor,
ayúdanos a distinguir entre unas y otras! ¡Feliz Año Nuevo al servicio del
Señor!
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Ser menos impacientes
con quienes consideramos inferiores;
ser menos arrogantes
por nuestros conocimientos enormes;
ser más humildes y ver
que nuestro valor es casi cero;
somos insignificantes velas
comparados con cualquier lucero.
Ser más misericordiosos
y prestos a obrar con bondad;
estar también deseosos
de elogiar a los demás;
procurar decir también
una palabra agradable
y tener más cuidado
para hablar con tono amable.
Estar mucho más dispuestos
a entendernos mutuamente,
y de ayudar al hermano caído
estar un poco más pendientes;
cobrar mucho más animo
para realizar cada tarea.
¡Sean ésas nuestras resoluciones,
y la ayuda de Dios con todos sea!
Tener más felicidad
para repartirla el día entero;
estar más animados
para alegrar el sendero:
tener más consideración
con quien está a nuestro lado;
reconocerles mérito
a los que algo han intentado;
en nuestras palabras y acciones
tener cordialidad;
y levantarle la moral
a quien tenga necesidad;
Tener más amor también
por aquellos que nos rodean;
esforzarnos por que nuestras amistades
más intensas todavía sean.
¡Solo un poquito de esas cosas
en nuestro vivir diario
nos ayudará a tener
un año extraordinario!
David William Moore
* * * * * *
Para el año que comienza, oh Maestro,
sólo una cosa quisiera:
no te pido fáciles tareas
ni que las cosas se hagan a mi manera.
No te pido que yo entienda
el camino que me has marcado;
sino más bien que me enseñes
lo que sea de tu agrado.
Quiero conocer tu voz que me guía
y a tu lado caminar siempre, Maestro.
Hazme pronto para oír
y a obedecer dispuesto.
Así comienzo al año doy,
y será bienaventurado,
si tan sólo procuro hacer
lo que sea de tu agrado.
Francis Ridley Havergal
* * * * * *
Al comenzar este año, te pedimos, Señor, que nos ayudes a mirar hacia
adelante con fe y a trabajar aún más, más sacrificadamente y con mayor dedicación.
Danos fuerzas para hacer lo que nos pidas; guíanos, oriéntanos y guárdanos en
Tu voluntad, Señor. ¡Danos un buen año, y al margen de lo que nos traiga,
ayúdanos a vivirlo plenamente para Ti!
«¡Amanece un nuevo año; oh
Maestro, que sea, sí, en testificación y victorias, otro año para Ti!»
¡Feliz Año Nuevo a cada uno de ustedes nuestros queridos y
fieles amigos, que la paz y el amor de Dios reine en sus corazones conforme
permanecemos unidos a El! (San Juan 15)
¡Con mucho amor y oraciones!
Hugo y Elizabeth
Ministerio Luz Celestial, San José – Costa Rica
E-mail: mluzcelestial@gmail.com