Su Padre que está en el cielo […] hace que
Su sol salga […] y manda la lluvia.
Mateo 5:45 (DHH)
Desde que tengo uso de razón no me gustan
los días nublados, y menos en invierno. Se me hacen eternos y deprimentes, y me
enfrían el cuerpo y el alma.
De todos modos, son parte de la vida. Así
que me puse como meta aprender a disfrutarlos. En los últimos años han llegado
a gustarme más. ¿Cuál es el secreto? En realidad tengo varios.
A veces aprovecho esos días para preparar
un pastel, unas galletas o alguna otra delicia para acompañar el café. Toda la
casa huele a café y a lo que se está horneando. Eso crea un ambiente cálido
y agradable.
También he aprendido que puedo dar una nota
de alegría con lo que me pongo, por ejemplo con un suéter de un color vivo o
algunos abalorios.
Más que nada, he aprendido a dar gracias a
Dios por esos días. Siguen sin entusiasmarme, pero gozo de buena salud, vivo en
una casa sin goteras, duermo en una cama cómoda, no me falta comida, y tengo a
alguien con quien compartir las bendiciones que Dios me da.
Hace poco salí en un día nublado. Aunque el
cielo estaba encapotado, no me imaginé que fuera a llover; por eso no llevé
paraguas. Sin embargo, a media mañana me sorprendió un aguacero estando a 25
cuadras de mi casa. Al llegar, me pareció que tenía más agua en la ropa y en el
pelo de la que quedaba en las nubes. Tras una ducha caliente y un rico
almuerzo, quedé como nueva. Me sentí en la gloria.
Mientras soportaba la lluvia, oré por las
víctimas de catástrofes. No de catástrofes como quemar la comida, o teñirse el
pelo y no quedar satisfecha con el color. Hablo de auténticas catástrofes, como
quedarse sin casa a causa de un terremoto y no tener agua corriente, ropa seca,
ni comida caliente.
Cuando te deprima el mal tiempo u otra
circunstancia, ora por alguien que esté en peor situación que tú. Eso te
ayudará a ver las cosas más objetivamente, y le hace bien al alma. Tiene en
ella el mismo efecto revitalizante que una ducha caliente después que te pilló
un aguacero, o el olor de pastel casero en un día gris. No debemos olvidar que
tenemos un Dios poderoso, que lo ve y lo sabe todo, que nos ama y nunca nos
someterá a ninguna prueba que no podamos superar con Su ayuda (1
Corintios 10:13). Eso es tan reconfortante como el aroma de café
recién hecho.
Aun cuando el cielo esté de color plomizo,
por encima de las nubes sigue brillando el sol. Eso es innegable. Puede que las
nubes nos impidan verlo, pero sigue ahí, tan redondo y radiante como cualquier
otro día. Cuando la oscuridad nos envuelve, el sol del amor de Dios sigue
emitiendo sus rayos, hasta disipar las nubes y llenar de calor
nuestra alma. Victoria Olivetta
El Señor tu Dios está en medio de ti;
¡Él es poderoso, y te salvará!
El Señor estará contento de ti.
Con Su amor te dará nueva vida;
en Su alegría cantará.
Sofonías 3:17 (DHH)
¡Él es poderoso, y te salvará!
El Señor estará contento de ti.
Con Su amor te dará nueva vida;
en Su alegría cantará.
Sofonías 3:17 (DHH)
La confianza en el gran amor que tiene
Jesús por nosotros no solo nos hace felices, sino que ejerce un efecto
estabilizador en nuestra vida. Cuando estamos persuadidos de que nos ama,
cuando somos conscientes de que se preocupa enormemente por nuestro bienestar y
nuestra felicidad, esa certidumbre nos serena y nos equilibra, aunque suframos
desilusiones, desengaños, dificultades o cualquier otra cosa que nos depare la
vida.
María Fontaine.
María Fontaine.
LA PAZ
Se puede tener paz en medio de la tormenta.
¡No hay casi nada
tan horrible como la guerra, ni casi nada mejor que la paz!
Somos
pacificadores que tratamos de llevar paz a los corazones, mentes, almas y
cuerpos de los hombres y a sus países.
En el mañana de
Dios, cuando el mundo esté libre de la guerra, habrá amor, alegría y paz para
siempre.
Vivir en comunión
con el Señor, haciendo Su voluntad y obedeciendo Su Palabra, es lo más importante.
A pesar de que afuera existan guerras, disturbios, confusión y caos, puedes
tener paz interior en tu corazón gracias al Príncipe de Paz: Jesucristo.
¡Él puede darte
paz y tranquilidad mental, satisfacción emocional, amor y alegría ahora mismo,
además del Cielo! ¡Entonces sí que estarás preparado para las calamidades que
vienen! Durante las cuales El cuidará de ti suceda lo que suceda.
Les recomiendo que
pidan siempre que haya paz en sus oraciones, tal como nos mandó el Señor, para
que tengan paz para realizar su trabajo tanto tiempo como sea posible.
NÚM.6:24-26 El Señor te bendiga, y te guarde; El Señor haga resplandecer su rostro sobre
ti, y tenga de ti misericordia; El Señor alce sobre ti su rostro, y ponga en
ti paz.
SAL.29:11b El
Señor bendecirá a su pueblo con paz.
SAL.34:14 Apártate
del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela.
SAL.55:18 El
redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, aunque contra mí haya muchos.
SAL.119:165 Mucha
paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.
SAL.120:7 Yo soy
pacífico; mas ellos, así que hablo, me hacen guerra.
PRO.3:1,2 Hijo
mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque
largura de días y años de vida y paz te aumentarán.
PRO.17:1 Mejor es
un bocado seco, y en paz, que casa de contiendas llena de provisiones.
ISA.26:3 Tú
guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en
ti ha confiado.
ISA.32:17 Y el
efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad
para siempre.
ISA.48:22 No hay
paz para los malos, dijo el Señor.
MAT.5:9
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
JN.14:27 La paz os
dejo, Mi paz os doy; Yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo.
ROM.5:1
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo.
ROM.12:18 Si es
posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
ROM.14:19 Así que,
sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.
2COR.13:11b Vivid
en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros.
FIL.4:7 Y la paz
de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
HEB.12:14 Seguid
la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Oración para hoy:
Eres extraordinario
Te agradezco la
gran comprensión y paciencia que tienes conmigo. Me aceptas y me animas a
seguir adelante por Ti pase lo que pase. Cada vez que te miro y acudo a Ti,
estás a mi disposición. Vienes corriendo hacia mí con los brazos abiertos para
estrecharme fuertemente una vez más y ayudarme a seguir adelante.
Eres
extraordinario. Agradezco de corazón los inestimables cuidados que me prodigas,
la ternura y el amor con que me cuidas, como si no tuvieras más hijos.
Hugo, dando una enseñanza de la Biblia a un grupo de 25
personas en la librería “De paz” en Alajuela.
¡Con mucho amor y
oraciones!
Hugo y Elizabeth
Ministerio Luz
Celestial, San José – Costa
Rica
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