Tan indudable como que la noche sigue al
día, la luz sigue a la oscuridad. Tan innegable como que el sol sale es que ha
de ponerse. Tan seguro como que la lluvia cae, esta vuelve a ascender. Tan
cierto como que «polvo eres y al polvo volverás» (Génesis 3:19), debe haber un
continuo nacer, vivir, morir y resucitar. Tiene que consumarse el ciclo, el
círculo perfecto de la eternidad, del cual Dios es artífice, principio y fin,
el Alfa y la Omega (Apocalipsis 1:8).
Dios actúa. Es
un Dios de acción. Jamás se queda inmóvil. Está constantemente activo, obrando,
hablando y efectuando cambios en todos los ámbitos de la creación. No permanece
nunca estático. Lo único inamovible de Él es Su esencia —«Yo el Señor no
cambio» (Malaquías 3:6)—, Su Palabra —«Para siempre, oh Señor, permanece Tu
Palabra en los Cielos» (Salmo 119:89)— y el futuro, es decir, las promesas que
ha hecho a Sus hijos —«No ha faltado una palabra de todas las buenas palabras
que el Señor vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han acontecido, no
ha faltado ninguna de ellas»— (Josué 23:14).
Ayer, hoy y por
la eternidad, ¡Jesús es el mismo! Todo cambia, pero Él permanece invariable
(Hebreos 13:8).
* * * * *
No me abandones en la oscuridad.
La noche raudo cae, la luz se va.
Si atribulado y desvalido estoy,
sé Tú mi ayuda y mi consolador.
En esta vida todo es temporal.
Las dichas de este mundo pasarán.
Todo declina, todo ha de morir.
Tú que no cambias, sigue junto a mí.
—Henry Francis Lyte (1793–1847)
* * * * *
Cuando Dios
envió a Moisés a liberar a los hijos de Israel del yugo de Egipto, le dijo:
«Así dirás a los hijos de Israel: “YO SOY me envió a vosotros”» (Éxodo
3:14). El nombre de Dios es YO SOY; no YO FUI, sino YO SOY. ¡Qué
maravilla! Eso nos proporciona gran tranquilidad y seguridad.
«Hay un río
cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios» (Salmo 46:4, NVI). En la
vida muchas cosas cambian. Son numerosos los manantiales que se secan. Muchas
fuentes de placer se agotan también a medida que pasan los años. Sin embargo,
la alegría y la paz del cristiano no se desvanecen, pues provienen de una
fuente superior inextinguible: el Dios inmutable.—Virginia
Brandt Berg
JESÚS
Jesucristo es el
mismo ayer, y hoy, y por los siglos. (He.13:8)
¡Jesús es lo más
supremo del amor espiritual de Dios!
¡Jesús nunca se
agota! ¡El es una Fuente que mana eternamente!
¡Jesús es como una
imagen de Dios, para que veamos cómo es Dios!
Dios tuvo que
hacer un Hombre para mostrarnos cómo era El, un Hombre con amor, compasión,
preocupación por los pobres y los afligidos, humilde, ¡pero también un
revolucionario que cambió lo que se debía cambiar!
¡Jesús fue
revolucionario, no fue un reformista!
En cierto modo
Jesús es el rostro de Dios, Su manifestación. La única forma en que podemos ver
a Dios es viendo a Jesús.
Levantad a Jesús,
que dijo: "¡Si Yo fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a Mí
mismo!"
Sin el Camino, no
hay adonde ir,sin la Verdad, no hay ciencia que alcanzar, sin la Vida, no es
posible vivir, sin el Cristo, no hay nada que dar.
Jesús es el mayor
Amante de todos; ¡vino por amor, vivió con amor y murió por amor, para que
pudiéramos vivir y amar para siempre!
¡Reposo del fatigado,
alegría del pesaroso, esperanza en las tinieblas, luz de los dichosos, fortaleza
hasta el final, hogar del peregrino, refugio en el peligro, Salvador y Amigo!
¡Ayúdanos a llevar
a los solitarios el Amor que aliviará su soledad!
Jesús es nuestro
Abogado Defensor ante Dios, nuestro Juez, quien nos defiende de los dardos de
fuego del Maligno, de ese fiscal, el Acusador de los Santos, Satanás mismo.
¡Hemos elegido un
ganador y no podemos perder!: ¡Jesucristo!
Jesús fue humano.
Se cansaba, tenía hambre, tenía sueño, se fatigaba; le pasaba todo lo que nos
pasa a nosotros. Estuvo sujeto a todas
esas cosas así como nosotros, sin embargo no tuvo pecado. Fue tentado en todo
como nosotros, pero no pecó. Para que llegara a ser un buen Sumo Sacerdote, que
tuviera compasión de ti, que supiera lo que sientes, que supiera cuando tienes
los pies doloridos o estás cansado, que comprendiera cuando ya no puedes más.
Jesús Mismo
renunció temporalmente a Sus derechos de ciudadanía en los Cielos y se
convirtió en ciudadano de este mundo, y aunque era rico, por nosotros se hizo
pobre para que nos hiciéramos ricos por Su pobreza. No sólo se adaptó a nuestra
forma corporal, sino que también se sometió a la forma de vida humana, a las
costumbres, el idioma, forma de vestir y sistema de vida, para poder
comprendernos y amarnos más y comunicarse con nosotros al bajo nivel de nuestra
comprensión humana, para poder llegar a nosotros con Su Amor, para probarnos Su
compasión e interés y ayudarnos a comprender Su mensaje en términos sencillos e
infantiles que pudiéramos entender.
Jesús se despojó
de toda reputación: ¡Fue compañero de borrachos y rameras, de publicanos y
pecadores, y lo llamaron mentiroso, blasfemo, comilón, bebedor de vino y
endemoniado!
¡Vuélvete hacia
Jesús,y mira de lleno su faz, y las cosas terrenas se empañarán, a la luz de su
gloria y verdad!
Yo sé de un Nombre
que las tempestades calma. Yo sé de un Nombre que el mar puede serenar. ¡Yo sé
de un Nombre que borra la tristeza, yo sé de un Nombre que mayor que todos es! ¡Yo
sé de un Nombre que me puede dar consuelo cuando la angustia en mí siento yo
crecer! ¡Yo sé de un Nombre, que es maravilloso! ¡Y ese Nombre es JESUS!
ISA.9:6 Porque un
niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de
Paz.
ISA.11:1-5 Saldrá
una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará
sobre él el Espíritu del Señor; espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
Y le hará entender diligente en el temor del Señor. No juzgará según la vista
de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con
justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y
herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará
al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su
cintura.
ISA.53:2-4 Subirá
cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él,
ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y
desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y
como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Él
herido fue por nuestras rebeliones, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
MAT.28:18 Y Jesús
se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra.
LUC.19:10 Porque
el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
JN.1:1-14 En el
principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era
en el principio con Dios. Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada
de lo que ha sido hecho, fue hecho. En Él estaba la vida, y la vida era la luz
de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no
prevalecieron contra ella. Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba
Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de
que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de
la luz. Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
En el mundo estaba, y el mundo por Él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A
lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron,
a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los
cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de
varón, sino de Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
JN.1:29 El
siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo.
JN.5:20 Porque el
Padre… le muestra todas las cosas.
JN.6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida;
el que a Mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en Mí cree, no tendrá sed
jamás.
JN.8:12 Otra vez
Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará
en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
JN.10:9 Yo soy la
puerta; el que por Mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará
pastos.
JN.10:11 Yo soy el
buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
JN.13:3a El Padre
le había dado todas las cosas en las manos.
HEB.2:17,18 Por lo
cual debía ser en todo semejante a Sus hermanos, para venir a ser
misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar
los pecados del pueblo. Pues en cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es
poderoso para socorrer a los que son tentados.
HEB.4:14,15 Por
tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo
de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que
no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo
según nuestra semejanza, pero sin pecado.
1JN.3:5 Y sabéis
que Él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él.
Tu misericordia
Jesús, te agradezco
muchísimo que me entiendas y me ames. Te agradezco que me comprendas y tengas
misericordia y compasión de mí aun cuando no sé qué decir para expresarte mi
amor y gratitud. Tu misericordia es tan grande que es incomprensible e
indescriptible, y me la renuevas cada mañana.
Cada día es todo
nuevo. No te acuerdas de mis pecados anteriores; no recuerdas los errores que
he cometido. Cada mañana es nueva, cada día está lleno de frescura, de tal modo
que puedo volver a comenzar y seguir amándote.
Te agradezco que no
tenga que preocuparme por lo que hice en otro tiempo, por las veces en que obré
mal, me descarrié y no te amé como debía. Te agradezco que me perdones y que me
baste con hacer hoy todo lo posible y amarte de todo corazón. Te agradezco que
me lo hagas tan fácil y que sólo tenga que vivir cada día sin pensar ni en el
pasado ni en el futuro. Ni siquiera tengo que preocuparme por la totalidad del
día, sino que puedo vivir cada momento a medida que se presenta.
Por Peter Amsterdam
En la
Biblia, tanto en el Antiguo como el Nuevo Testamento, hay numerosas referencias
al «nombre del Señor». Las personas oraban, alababan, prestaban juramento,
luchaban batallas, daban bendiciones, cantaban, confiaban, profetizaban,
temían, daban la gloria, bautizaban, se reunían e invocaban en el nombre del
Señor...leer mas
Elizabeth, con familias de bajos recursos a quienes
ayudamos con comida y productos de limpieza, gracias al aporte de nuestros
patrocinadores, en San José.
¡Con mucho amor y oraciones!
Hugo y Elizabeth
Ministerio Luz Celestial, San José – Costa Rica
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