Recuerda
que más vale prevenir que curar. Más vale valla en lo alto que hospital en el
fondo del precipicio. La mejor manera de evitar enfermedades es obedecer las
leyes naturales de Dios: vivir bien, comer bien, trabajar bien, solazarse bien,
descansar bien, amar bien y mantener una buena relación con Él.
No
podemos incumplir las leyes de salud de Dios o abusar de nuestro cuerpo y luego
pretender estar sanos, porque Dios ha creado en nosotros ciertos mecanismos de
autodestrucción para sancionar nuestras desobediencias. No es que Él se
complazca en castigarnos o en vernos sufrir. Todo lo contrario: dispuso esas
pautas de salud por la sencilla razón de que nos ama y quiere guardarnos del
mal. Son normas concebidas para que seamos más felices y le saquemos más
provecho a la vida haciendo lo que está a nuestro alcance para mantenernos
saludables. A esto se aplica muy bien el versículo que dice: «Si sabéis estas
cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis» (Juan 13:17).
Dios
nos creó. Él sabe lo que más nos conviene. Procuremos prevenir, y no tendremos
que preocuparnos por curarnos más adelante. Cuidemos de Su creación siguiendo
Sus normas de sentido común. Así Él nos bendecirá con una buena salud.
SALUD
El mensajero fiel
acarrea salud. (Pr.13:17)
Amado, yo deseo
que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como
prospera tu alma. (3Jn.2)
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¡Por la limpieza la devoción empieza!
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Al parecer, el ejercicio vigoroso crea energía en vez de
agotarla. Cuando haces ejercicio, los sistemas circulatorio y respiratorio se
estimulan, la sangre circula con más rapidez por todo el cuerpo, las células de
los tejidos reciben el oxígeno y los agentes nutritivos necesarios, y los
productos sobrantes acumulados son eliminados.
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La fatiga emocional y mental que se presenta al cabo de
un día agotador pero sedentario, puede desaparecer milagrosamente con un poco
de ejercicio físico.
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¡Una de las cosas más placenteras del ejercicio físico es
su efectividad como tranquilizante, ya que parece que literalmente disipa las
tensiones mientras se lleva a cabo!
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El ejercicio reduce la presión sanguínea. La presión alta
a menudo es la antesala de las enfermedades cardiacas.
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El ejercicio fortalece y agranda el corazón. Cuanto más
se ejercita el corazón o cualquier otro músculo, más se agranda y fortalece.
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No hagas ejercicio más allá de los límites de tu
capacidad, ni hagas nunca ejercicios vigorosos inmediatamente después de comer.
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Algunos médicos estiman que razones emocionales
contribuyen, en un índice de hasta un 90% o más, a causar todo tipo de
enfermedades.
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"El ánimo del hombre soportará su enfermedad; mas,
¿quién soportará al ánimo angustiado?" (Pr.18:14)
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Tu cuerpo es para que lo uses, no para que abuses de él.
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No le hables a tus amigos de tu indigestión. "¿Cómo
estás?" es un saludo, no una pregunta.
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El médico es un hombre que te dice que si no cortas algo radicalmente,
él te cortará algo.
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El cuerpo es el equipaje que debes cargar toda la vida.
Cuanto más exceso de equipaje, más corto será el viaje.
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La salud vale una fortuna.
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Para vivir mucho, hace falta vivir despacio.
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Más vale prevenir que curar.
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¡De lo que se come se cría, y si comes veneno, criará
veneno en tu propio cuerpo!
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Come para vivir, pero no vivas para comer.
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¡La limpieza no sigue en importancia a la santidad!
¡Forma parte de ella!
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¡La limpieza no sigue en importancia a la santidad, sino
que forma parte de ella! La limpieza es un buen testimonio y ejemplo.
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¡La suciedad no tiene excusa!
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¡Para limpiar una casa no hace falta dinero! ¡Tan solo
fuerzas y un poco de trabajo arduo!
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Si las personas están sucias por fuera, es que algo anda
sucio también dentro de ellas.
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El siervo del Señor vale más que su dinero: ¡No ahorres
el dinero derrochando la salud!
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La llamada "tensión nerviosa" es un síntoma muy
común de batallas espirituales. "iTú guardarás en completa paz a aquel
cuyo pensamiento en Ti persevera, porque en Ti ha confiado!"
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Es mejor mantenerse sano que tener que curarse.
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Una alimentación adecuada, ejercicio adecuado, descanso
adecuado, y una vida adecuada mantienen sano a casi cualquiera.
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¡Ayúdanos, Señor, a dejar que Tú nos cuides bien, Señor,
y a darte toda la cooperación que podamos, descansando bien, haciendo
ejercicios adecuados, alimentándonos debidamente y llevando una vida adecuada!
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Una cerca en lo alto del precipicio es mejor que un
hospital al pie del mismo. Más vale prevenir que curar.
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Es mejor que trates de prevenir ahora, en vez de tener
que curar más adelante.
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Eres propiedad del Señor, así que más te vale cuidar bien
Su propiedad.
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El Señor te ha creado de tal manera que te guste comer lo
que necesitas, y que no te guste lo que no necesitas, a menos que hayas
pervertido tus gustos durante años comiendo cosas que no debías.
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El ejercicio es uno de los requisitos primordiales para
la buena salud.
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¡Sencillamente no puedes violar impunemente las reglas de
salud del Señor, del mismo modo que tampoco puedes violar Sus reglas morales o
Su ley del Amor!
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El temor causa más dolencias y enfermedades mentales que
cualquier otra cosa en el mundo.
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Los principios de la buena salud son: ¡comer bien, hacer
ejercicio bien, dormir bien, y vivir bien!
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¡Para gozar de buena salud hay que esforzarse!
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¡El Señor quiere que vivas para El y durante tanto tiempo
como sea posible!
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¡No se puede apreciar la buena salud a menos que se haya
estado enfermo!
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¡Trabajar siete días a la semana está en contra de las
reglas que ha dispuesto el Señor para nuestra salud y felicidad, el Señor no lo
bendecirá! ¡A menos que sea divertido!
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La buena salud es una bendición especial del Señor.
Solamente puedes exigirla si eres obediente.
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Sólo aquellos que conocen y confían en el Señor pueden
tener verdaderamente buena salud porque son los únicos que no tienen que
preocuparse.
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ÉXO.15:26 Y dijo: Si oyeres atentamente la voz del Señor
tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus
mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que
envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy el Señor tu sanador.
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ÉXO.23:25 Mas al Señor vuestro Dios serviréis, y él bendecirá
tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
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SAL.107:17 Fueron afligidos los insensatos, a causa del
camino de su rebelión y a causa de sus maldades;
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PRO.12:18b Mas la lengua de los sabios es medicina.
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MIQ.6:13 Por eso yo también te hice enflaquecer
hiriéndote, asolándote por tus pecados.
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1COR.3:16,17 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el
Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios
le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
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3JN.1:2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas
las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
!Dando gracias en todo!
Gracias por las
posesiones materiales que me das, por atender a todas mis necesidades físicas,
por el agua que bebo, por el aire puro que respiro, por el sol y por la salud y
fortaleza que me das para servirte. Gracias por todo.
Nos has pedido que te
demos gracias en todo. Ayúdame a tener siempre presente ese principio, a tener
en todo momento un espíritu agradecido, a elevarte mi corazón en señal de
gratitud.
Sé que nunca podré
pagártelo, Señor. No obstante, por poco que parezca en comparación con lo que
Tú has hecho por mí, te entrego mi vida, mi amor, todo lo que tengo. Tuyo es
todo mi ser. Eternamente te prodigaré mi amor.
Por Peter Amsterdam
Querido
hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud,
así como prosperas espiritualmente[3
Juan 2].
Nuestro cuerpo es el templo del Espíritu
Santo[1
Corintios 3:16–17]. Dios nos ha encargado que cuidemos de él constante y
adecuadamente. Se nos manda glorificar a Dios en nuestro cuerpo[1
Corintios 6:19–20], pues hemos sido comprados por precio. Jesús pagó un
alto precio para hacernos Suyos. Por eso debemos hacer los esfuerzos necesarios
para cuidar de nuestra salud…leer mas
¡Con mucho amor y oraciones!
Hugo y Elizabeth
Ministerio Luz Celestial, San José – Costa Rica
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