«Por fe andamos, no por vista» (2 Corintios 5:7). A Dios le gusta poner a prueba nuestra fe. Le gusta ver cuánto creemos en realidad y a menudo no responde a nuestras oraciones ni nos deja ver hacia dónde nos está conduciendo hasta que hacemos lo que nos ha dicho o indicado. Muchas veces tenemos que lanzarnos por fe, aunque no veamos dónde vamos a poner el pie. Para obtener Sus bendiciones, tenemos que dar un primer paso de fe. Luego, si ésa era Su voluntad, ¡Él hace por nosotros lo humanamente imposible! Paso a paso, a medida que lo vamos siguiendo, Él nos guía, nos orienta y premia nuestra fe respondiendo a cada vez más oraciones.
Oración para hoy:
¡Nuevo comenzar!
Gracias por darme hoy
un nuevo comenzar. Lo más importante que quiero hacer en este día es
compartirlo contigo. Antes que nada, deseo sentarme a Tus pies y escuchar lo
que quieras decirme. Si tienes algo para mí, aquí estoy, Señor. Te presto toda
mi atención. Si tienes instrucciones, sugerencias, indicaciones, palabras de
sabiduría —tal vez algunos consejos prácticos que puedan ayudarme a lo largo
del día— o tiernas palabras de amor, aquí estoy. Te escucho.
Este es mi rato
predilecto de cada día, estos instantes en la mañana en que hago a un lado los
afanes de la vida a fin de escucharte y hallar las fuerzas que necesito para
enfrentar la jornada. Te agradezco estos momentos. Sin ellos, no lograría salir
adelante. Mis fuerzas radican en que sé que puedo sentarme aquí y escuchar Tu
voz tranquilizadora.
Gracias por esta
bendición. Gracias por este lugar tan preciado —este santuario de quietud y
confianza, aquí, a Tus pies— en el que puedo dedicarte toda mi atención. Pero
eso no es todo: Tú también me entregas toda tu atención. Gracias, amado Jesús,
por susurrarme al oído Tus instrucciones para hoy. Te quiero. Gracias por este
nuevo día.
Visite el RINCÓN DE LOS DIRECTORES con el artículo:
Por María Fontaine
Independientemente de lo terrible,
amenazadora, irreversible o sin esperanza que parezca una situación, cuando se
enfrenta un revés o incluso en un caso en que la vida corra peligro, el hecho
de que no dejes de confiar en Jesús y te niegues a soltar esa confianza
constante demuestra que tienes una gran fe. Tu fe es lo que complace al Señor.
La fe no es acerca de ti ni de que
recibas lo que a tu juicio es lo mejor. La fe tiene que ver con Jesús y con lo
que Él sabe que es mejor para ti y para otros.
La fe es la certeza de lo que se
espera. No esperaríamos algo si ya lo tuviéramos en las manos. La fe es la
prueba de lo que no se ve. No necesitaríamos una prueba de que algo es real si
pudiéramos verlo claramente…leer mas
Hugo con nuestro amigo Sr. Miguel, en Rio Frio, Sarapiquí
con quien compartí la Palabra de Dios.
¡Con mucho amor y oraciones!
Hugo y Elizabeth
Ministerio Luz Celestial, San José – Costa Rica
E-mail: mluzcelestial@gmail.com
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