Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro
de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un
corazón de carne. Ezequiel 36:26
Una vez que me aceptas como Salvador te conviertes en
una persona enteramente nueva por dentro y empiezo a transformarte en una nueva
criatura. ¿Comprendes el apasionante concepto de convertirte en una nueva
criatura? Significa que te transformarás por completo y te convertirás en algo
nuevo y distinto, algo que nunca antes fuiste. Te daré un nuevo corazón y
pondré un espíritu nuevo dentro de ti. Aunque te lleve un tiempo
reconocer los sentidos en los que has sido transformado, la manera en que están
cambiando tu corazón y tu forma de pensar, con el tiempo comenzarás a ver los
hermosos frutos de Mi Espíritu en tu vida.
Quien reconoce su necesidad de ser salvo nunca puede
volver a ser el mismo de antes. Te has echado sobre Mí y te estoy convirtiendo
en algo que no eras. Antes rebosabas codicia, enojo, odio, malicia y violencia,
pero ahora te convertiré en una nueva persona llena de las cualidades de Mi
naturaleza: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y
templanza.
¿No te alegra eso? ¿Verdad que es agradable no tener
que ser la misma persona de antes? Es un regalo maravilloso. Pero espera, Mi
promesa
Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Juan 8:36.
Escuche esta bella cancion: Cada momento de mi vida
¡NO SE PUEDE DETENER AL HOMBRE QUE ESTA
LLENO DE FE!!!
Por David Berg
Por David Berg
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y
esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. 1 San Juan 5:4
LA MAYORÍA DE LAS DECISIONES -GRANDES DECISIONES- QUE
HE TOMADO EN MI VIDA COMO LÍDER HAN SIDO DECISIONES SOLITARIAS, SOLAMENTE DIOS
Y YO ESTÁBAMOS JUNTOS, ¡y el mundo entero, estaba en contra nuestra! Algunas
veces incluso mi familia... ¡algunas veces incluso aquellos a quienes yo amaba
más! Han sido decisiones grandes como picos de montañas y lo único que me
separaba de la siguiente cumbre era el vacío. Tuve que dar aquel paso solo, y
dejar las consecuencias en manos de Dios, sin más garantía que Dios, sin más
fianza que Su Palabra... estando todas las otras condiciones en contra...,
todas las circunstancias naturales opuestas... las olas y los vientos en
contra... ¡y todo lo que yo tenía era la Mano de Dios!
PERO ÉL NUNCA ME DESILUSIONÓ, ¡AUNQUE TUVIERA QUE
COGERME CON ESA MANO Y LLEVARME HASTA LA SIGUIENTE CUMBRE, sin ningún medio de
ayuda visible, natural, normal, lógico y razonable!
LOS CAUTIVOS DE LA FE PREFIEREN HUNDIRSE CON EL BARCO,
si ésa es la voluntad de Dios, sabiendo que Él es capaz de volver a sacarlo a
flote si es necesario!
¡TENER FE SUJETA A CIRCUNSTANCIAS NO ES TENER FE EN
ABSOLUTO! ¡La fe verdadera resiste la tormenta aun cuando parece que estas
hundiéndote! ¡La fe se mantiene firme cuando todo lo demás falla y todos los
demás se dan por vencidos! ¡Aunque tenga que seguir sola, la verdadera fe nunca
se rinde! Nunca se da por vencida, nunca se detiene, y por lo tanto no puede
ser detenida, ¡porque Dios está de parte de semejante fe! ¡La fe verdadera
pagará cualquier precio, sufrirá cualquier sacrificio, morirá cualquier muerte!
NO SE PUEDE DETENER AL HOMBRE QUE ESTA LLENO DE FE. ¡No
puedes desviarle! ¡No puedes detenerlo! Continuará contigo o sin ti, o pasando
por encima de ti, si es necesario. Porque ésta es la victoria que vence al
mundo: ¡vuestra fe! En fin, ¡todo lo que se necesita es Dios! Con esta clase de
fe en Dios puedes ir a donde quieras y hacer lo que quieras. ¡Porque todo es
posible para aquel que cree, pero sin fe es imposible agradar a Dios!
¿QUÉ CLASE DE FE TIENES TÚ? ¿HASTA DÓNDE SEGUIRÁS A
DIOS? ¿Te rendirás al último momento? Habiendo corrido bien, ¿vas a sufrir en
vano tantas cosas y perder tu recompensa? ¿O resistirás hasta el final? Al que
persevere hasta el fin, ¡a él le daré una corona de vida!
Escuche esta bella canción: No podras parar al hombre de fe
PALABRAS DE SABIDURIA!!!
De Jesus con cariño
De Jesus con cariño
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha;
las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Juan 6:63
No basta con querer que te ayude; debes pedírmelo.
***
En la medida que des de ti, te volveré a llenar. Nunca podrás dar más de lo que Yo te dé. Bendeciré y recompensaré tus desinteresadas labores muy por encima de lo que puedas imaginar.
***
Yo voy tomando nota de cada cosa que haces por amor a Mí y al prójimo. No hay nada que Yo no advierta. La lista de actos de amor se va alargando. De igual modo, las recompensas se van acumulando. Estoy impaciente por darte Mis bendiciones. Aunque ahora te doy pruebas de esas bendiciones y recompensas, pequeños símbolos y muestras de lo que recibirás más adelante, no es nada comparado con lo que te aguarda después de esta vida.
***
Cuando pienso en ti, el corazón se me hincha de orgullo, porque veo el amor y el interés que manifiestas por los demás, los cuidados que les prodigas. Nada me complace más que quienes dan por amor sin esperar nada a cambio. Esos son los verdaderamente grandes en Mi Reino.
***
Si notas que no te queda un gramo más de fuerzas, ven a Mí y deja que te llene de Mi amor y Mi Espíritu, que te ayudarán a dar una y otra vez, porque no eres tú quien da, sino Mi Espíritu a través de ti.
***
Cuando sientas que no puedes seguir un día más, pide refuerzos espirituales y una medida sobrenatural de fuerzas, gracia, resistencia y cualquier otra cosa que necesites, y te lo daré.
***
Así como esperas que un niño te pida ayuda cuando intenta levantar un objeto que es demasiado pesado para él, o de alcanzar algo que está demasiado alto, cuento con que me pidas ayuda cuando las cargas sean demasiado pesadas y los obstáculos se vuelvan demasiado difíciles de sortear. Como haría cualquier padre que quiere a sus hijos, haré todo lo que pueda por facilitarte la vida; pero tienes que pedírmelo.
***
Cuando estés en un aprieto, aunque nunca hayas experimentado nada peor, recuerda que siempre hay espacio para Mí.
***
Disfruto enormemente los ratos de intimidad que pasamos juntos. Aunque no tengas tiempo más que para detenerte unos momentos y ofrecerme una breve oración o alabanza en señal de gratitud, aprecio muchísimo esos momentos. Los ansío, porque son momentos que paso contigo.
***
Tómate un rato hoy para disfrutar de Mi hermosa creación y sus muchas maravillas. Aunque no sea más que un momento para mirar por la ventana y disfrutar de la vista, puede renovar y volver a llenar tu espíritu y recordarte que existo.
***
En la medida que des de ti, te volveré a llenar. Nunca podrás dar más de lo que Yo te dé. Bendeciré y recompensaré tus desinteresadas labores muy por encima de lo que puedas imaginar.
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Yo voy tomando nota de cada cosa que haces por amor a Mí y al prójimo. No hay nada que Yo no advierta. La lista de actos de amor se va alargando. De igual modo, las recompensas se van acumulando. Estoy impaciente por darte Mis bendiciones. Aunque ahora te doy pruebas de esas bendiciones y recompensas, pequeños símbolos y muestras de lo que recibirás más adelante, no es nada comparado con lo que te aguarda después de esta vida.
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Cuando pienso en ti, el corazón se me hincha de orgullo, porque veo el amor y el interés que manifiestas por los demás, los cuidados que les prodigas. Nada me complace más que quienes dan por amor sin esperar nada a cambio. Esos son los verdaderamente grandes en Mi Reino.
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Si notas que no te queda un gramo más de fuerzas, ven a Mí y deja que te llene de Mi amor y Mi Espíritu, que te ayudarán a dar una y otra vez, porque no eres tú quien da, sino Mi Espíritu a través de ti.
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Cuando sientas que no puedes seguir un día más, pide refuerzos espirituales y una medida sobrenatural de fuerzas, gracia, resistencia y cualquier otra cosa que necesites, y te lo daré.
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Así como esperas que un niño te pida ayuda cuando intenta levantar un objeto que es demasiado pesado para él, o de alcanzar algo que está demasiado alto, cuento con que me pidas ayuda cuando las cargas sean demasiado pesadas y los obstáculos se vuelvan demasiado difíciles de sortear. Como haría cualquier padre que quiere a sus hijos, haré todo lo que pueda por facilitarte la vida; pero tienes que pedírmelo.
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Cuando estés en un aprieto, aunque nunca hayas experimentado nada peor, recuerda que siempre hay espacio para Mí.
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Disfruto enormemente los ratos de intimidad que pasamos juntos. Aunque no tengas tiempo más que para detenerte unos momentos y ofrecerme una breve oración o alabanza en señal de gratitud, aprecio muchísimo esos momentos. Los ansío, porque son momentos que paso contigo.
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Tómate un rato hoy para disfrutar de Mi hermosa creación y sus muchas maravillas. Aunque no sea más que un momento para mirar por la ventana y disfrutar de la vista, puede renovar y volver a llenar tu espíritu y recordarte que existo.
Escuche esta bella cancion: Ven conmigo
PERLAS SOBRE LA ENVIDIA Y COMPARACION
¡El
resentimiento! ¡Raíz amarga y mortífera que devora y destruye!
Otra razón por la que algunos se amargan con su suerte
es que apartan los ojos del Señor y los ponen en los demás. Entonces comienzan
a «compararse entre ellos», y al hacerlo, «no son juiciosos» (2Cor.10:12).
Cuando nos comparamos con otros, y cuando comparamos la forma en que nos trata
el Señor con la forma en que trata a los demás, es muy fácil que el Enemigo nos
tiente con envidia, celos, rencor, dudas, etc.
Los que caen en esa trampa de compararse con otros no
se dan cuenta de que el Señor nos trata a cada uno de una manera diferente; ¡y
puede que lo que es bueno para nosotros, a otro no le convenga! El Señor sabe
qué es lo que más nos conviene, y por eso nos da a cada uno lo que sabe que nos
ayudará a madurar más y a aprender aquello que Él quiere enseñarnos.
«Cada uno dará a Dios cuenta de sí» (Rom.14:12).
Nuestra mayor preocupación no debería ser: «Pero, Señor, si me pides todo esto
a mí, ¿qué hay de mi hermano? ¿Qué le vas a exigir a él?» ¡Lo que tenemos que
hacer es confiar en el Señor, seguir a Jesús y hacer todo lo que podamos por
Él! Porque cuando nos ponemos a comparar la manera en que Dios nos trata con la
manera en que trata a los demás, nos abrimos a pensamientos de descontento,
murmuración, resentimiento y rencor que nos trae el Enemigo. ¡Con razón dice la
Biblia que «NO es juicioso» hacer eso!
Escuche esta bella canción: Puestos los ojos en Jesus
LOS RETRASOS DE DIOS NO SON RECHAZOS
Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres,
sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. Juan 9:3
Dios responde a nuestras oraciones, aunque no siempre
como queremos o esperamos. Él rara vez tiene prisa, lo cual se evidencia en Su
creación: le toma tiempo hacer un bebé, una flor, un árbol, un atardecer e
incluso una brizna de hierba. No se le puede apurar. Hay que armarse de
paciencia, pues cada cosa tiene su tiempo.
A veces Él aguarda a que se den las condiciones
propicias para el resultado que quiere obtener. Como en el caso de un hombre de
la Biblia que era ciego de nacimiento. Tuvo que ser ciego toda la vida para que
todos lo supieran y para que cuando Jesús lo sanara prodigiosamente, Dios fuese
glorificado (Juan, capítulo 9). Tal vez tardes años en averiguar por qué Dios
no te respondió como esperabas o cuando se lo pediste; pero un día lo sabrás y
te convencerás de que Dios actuó acertadamente.
La oscuridad más densa se produce justo antes del alba.
La más profunda desesperanza nos asalta justo antes de la salvación, del
rescate. Por eso, no dudes ni por un instante de que Dios te contestará, ¡y ya
verás que lo hará! Confía en Él y dale las gracias por Su respuesta, aunque no
la veas de inmediato. ¡Mañana te alegrarás de haber confiado en Él!
Escuche esta bella canción: No temas
Hugo, testificando
a Nathalia, amiga colombiana en el terminal de buses en Portoviejo de
Sarapiqui.
¡Con mucho amor y oraciones!
Hugo y Elizabeth
Ministerio Luz Celestial, San José – Costa Rica
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