¿Has cavilado
alguna vez sobre la lengua? ¡Es realmente un miembro asombroso de nuestro
cuerpo, a pesar de su reducido tamaño! Mide apenas entre ocho y diez
centímetros de largo y unos cinco de ancho. ¡Es minúscula; y sin embargo, si la
dejamos suelta, es capaz de causar estragos, de fastidiarnos el día y de echar
a perder nuestra relación con los demás! ¡De todas las armas bélicas, hasta
ahora la lengua ha sido la más destructiva! Me refiero a la lengua
descontrolada, desamorada, amarga, que lanza críticas despiadadas y se ensaña
con los semejantes.
Cuando
se deja suelta una lengua mala, ¡todo el mundo sufre! Como dice la Biblia:
"La lengua es un miembro pequeño del cuerpo, ¡pero qué gran daño puede
hacer! Fíjate en el gran bosque que incendia una chispita. ¡Entre los miembros
del cuerpo, la lengua también es una llama de fuego llena de malicia! Puede
corromper a toda la persona e inflamar toda su vida; ¡y ella misma es inflamada
por el Infierno!" (Santiago 3:5,6)
Por
otra parte: "La lengua apacible es árbol de vida"
(Proverbios 15:4). ¡Nuestra lengua puede hablar inspirada por el Cielo
en vez de inflamada por el Infierno! ¡Si decimos palabras amorosas, sabias y
alentadoras --las Palabras de Dios--, podemos consolar, fortalecer,
alentar, inspirar y animar a los demás con nuestra lengua!
Salomón
dijo: "La muerte y la vida están en poder de la lengua"
(Proverbios 18:21). ¡Menuda afirmación! ¡Las palabras que pronunciamos con la
lengua tienen verdadera fuerza! ¡Bendicen o maldicen,
levantan por las nubes o dejan por los suelos, salvan o condenan! ¡No es cierto aquel dicho de que "con
piedras y palos gruesos me romperás los huesos, pero las palabras no me
hieren"! En cierta ocasión, una chica llamada Jesse Pepper, de 18 años,
fue declarada culpable de asesinato porque debido a los maliciosos chismes que
divulgó sobre otra chica llamada Mary Ellen, ésta se suicidó, ¡de lo dolida y
deprimida que se sintió! Lo llamaron "asesinato por chismorreo", ya
que a causa de los chismes, Mary se quitó la vida.
Naturalmente
que el anterior es un caso extremo; pero seamos francos, ¿es de veras
tan extremo? ¿No has llegado alguna vez a sentirte tan deprimido y desanimado
que tenías ganas de morirte, a raíz de unas palabras crueles y desamoradas
pronunciadas por otra persona? ¡O tal vez hayas herido tú a alguien de
esa forma! Debemos admitir que en una u otra ocasión, todos hemos pecado de
crueles con nuestras palabras, más de una vez hemos ofendido a los demás con
nuestra lengua... acaso sin intención, acaso con ánimo de bromear; pero así y
todo tuvieron mal efecto y causaron una herida en un corazón ajeno.
¡Qué
pena que a veces hiramos a alguien cuando tal vez ya está destrozado, o lleva
una carga pesadísima sin nosotros tener ni idea! Quién sabe si en el preciso
momento en que suspiraba por una palabra amorosa y alentadora, nosotros, en
cambio, lo herimos profundamente con algún comentario mordaz, dejando una fea
cicatriz en su corazón. Como dice este viejo poema:
"Si
supiera yo que una palabra mía,
una
palabra poco amable y veraz,
Podría
dejar su huella
en
el rostro de aquella
persona
querida, no la hablaría,
¿Tú
sí?
Si
supiera que el veneno de una palabra
quedaría
en el aire y marcaría
con
una profunda y negra herida
el
corazón de una persona querida,
no
creo que diría esa palabra,
¿Tú
sí?"
Pero
lamentablemente, muchas veces es eso lo que hacemos; y lo cierto es que
basta un comentario hecho sin pensar para que el día empiece a ir cuesta abajo,
¿no es cierto? Así las cosas, ¿qué podemos hacer para evitar esas palabras
desconsideradas y antipáticas que tan fácilmente brotan de nuestros labios?
¿Qué podemos hacer para domar nuestra lengua? Por mucho que nos esforcemos,
¡por lo general no conseguimos gran cosa! La Biblia dice: "Toda naturaleza
de bestias y de aves, de serpientes y de seres del mar, se doma y ha sido
domada por los hombres. ¡Pero ningún hombre puede domar la lengua!"
(Santiago 3:7,8) ¡El único capaz de domarla es Dios! Porque "para
los hombres esto es imposible; mas para Dios todo
es posible" (Mateo 19:26), ¡hasta controlar nuestra lengua! La única
forma de domar la lengua es ésta: dejar que Dios nos transforme el corazón,
"porque de la abundancia del corazón habla la boca"
(Mateo 12:34). Si tenemos el corazón rebosante del Amor de Dios, las palabras
que salgan de nuestra boca estarán llenas de amor, ternura y compasión, porque
"¡Dios es amor!" (1Juan 4:8)
¡La
única forma de transformar una lengua indomada es transformar el espíritu
que la controla! Es imposible controlarla a voluntad. La única fuente
verdadera de amor, amabilidad, bondad y dulzura es Jesús, y a medida que
vamos dejando que Jesús domine nuestra vida, él se apodera también de nuestra
lengua. ¡Al tener Su Espíritu en nosotros, éste nos inspira y hasta habla por
medio de nosotros Sus maravillosas palabras de amor, luz y vida!
¿Eres
fiel en leer y estudiar la Palabra de Dios? Si no lees Sus Palabras,
¿cómo van a permanecer en ti? ¿Dedicas tiempo a la oración, a amar a Jesús y
esperar en Su presencia? Si no lo haces, ¡a tus palabras les faltará el poder,
la inspiración y la vida que sólo él puede conceder! "Ciertamente
espíritu hay en el hombre, y la inspiración del Omnipotente le hace que
entienda" (Job 32:8). Si descuidas el tiempo que debes pasar con él, tus
palabras sonarán poco sinceras, les faltará fuerza y estarán espiritualmente
muertas. ¡O aún peor, serán cortantes, hirientes, antipáticas y frías, pues no
procederán de un corazón sumiso que rebosa de Amor de Dios!
Es
imposible que tu tono de voz manifieste amor y dulzura si no hay amor y dulzura
en tu corazón. Tus palabras serán vacías, huecas, y la gente se dará
cuenta. Jesús nos enseña que nuestras palabras revelan nuestro carácter,
nuestro estado interior. ¡Y eso es muy cierto! Tus palabras reflejan
cómo es tu corazón, en un sentido o en otro. Si tu alma es
superficial, frívola, egocéntrica y mala, las palabras que broten de tus
labios estarán impregnadas de todas esas características.
¡Mientras
que si el Espíritu Santo es dueño de tu corazón, las palabras que hables
serán claras y amables, y estarán llenas de amor y luz! No habrá engaño,
fingimiento ni dobles sentidos. Tus palabras tendrán cierto atractivo, cierto
magnetismo, un calor poco común que atraerá a los demás. Si arde en tu corazón
la llama del amor de Jesús, no es necesario que te esfuerces para que tu
voz suene cariñosa o simpática, ¡sino que te saldrá así espontáneamente!
¡Tus palabras tendrán una chispa divina de vida y un poder cuyo origen puede
estar únicamente en lo más profundo del Espíritu Santo que mora en ti!
La
Biblia dice: "El hombre se alegra al dar una respuesta acertada, y la
palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!" (Proverbios 15:23) Y
"¡Manzana de oro con figura de plata es la palabra dicha como
conviene!" (Proverbios 25:11) ¿Verdad que sería estupendo ser capaz de
decir espontáneamente palabras amorosas que animen y ayuden a los que lo necesiten,
justo en el momento oportuno y de la forma exacta que producirá un efecto
duradero? ¿No te parecería sensacional ser capaz de decir palabras llenas de fe
que brinden consuelo a los demás y queden grabadas de forma indeleble en su
memoria, palabras que den buen fruto en abundancia en sus vidas? ¡Pues no
tienes más que abrirle tu corazón a Jesús, someterte por completo a él y
pedirle que entre en ti y te llene de Su Santo Espíritu de Amor!
A continuación, lee Su Palabra, la Biblia, ¡y esconde en lo
más profundo de tu corazón las palabras más bellas, amorosas y profundas del
mundo, para que de ahí rebosen sobre los demás! No cabe duda de que
entonces hablarás con amor, porque "¡Dios es Amor!" (1Juan
4:8) "El que cree en Mí, ¡de lo más profundo de su ser correrán continuamente
torrentes y ríos de agua viva!" (Juan 7:38) ¡Maravillosas palabras
de vida y amor pronuncia la lengua de los que han entregado su corazón a Jesús!
¿Se lo has entregado tú?
SABIDURIA Y
PRUDENCIA AL HABLAR
Y
si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a
todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. (Stg.1:5)
-
La sabiduría es el conocimiento a prueba
puesto, es escoger lo mejor con discernimiento.
-
El principio de la sabiduría es el temor
del Señor; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Pr. 1:7.
-
Porque el Señor da la sabiduría, y de su
boca viene el conocimiento y la inteligencia. Pr.2:6.
-
El sabio corrige sus errores aprendiendo de
los de los demás.
-
Un hombre bueno no vacila en admitir que ha
estado equivocado. Se consuela sabiendo que hoy sabe más que ayer.
-
Jamás sabio alguno deseó ser más joven.
-
Cuando reconozco que he estado equivocado
no hago otra cosa que decir que hoy sé más que ayer.
-
Es mejor entender un poco que entender
mucho y mal.
-
He cometido equivocaciones, pero nunca
cometí la de afirmar que nunca cometí ninguna.
-
"Eres sabio al ser sencillo."
-
Esperar es de sabios.
-
Para beneficiarse de un buen consejo hace
falta más sabiduría que para darlo.
-
El sentido común no es tan común.
-
El conocimiento consiste en saber algo; la
sabiduría en saber qué hacer con lo que se sabe.
-
El sabio queda ridículo si se junta con
insensatos.
-
La sabiduría es humilde; no le gusta
presumir ni dárselas de lista.
-
La mayor sabiduría es no preocuparse nunca
por el futuro, sino resignarnos por completo a la Voluntad de Dios.
-
Lo prudente no quita lo valiente.
-
¡Actualmente, en estos últimos días, si van
a orar pidiendo un don, amados, pidan el de discernimiento!
-
¡Cuanto más sé, más sé que no sé!
-
Un viejo búho se posó en una rama;
cuanto menos hablaba, más
veía,
cuanto más veía, más oía.
¡Ojalá fuéramos todos como ese búho sabio!
-
El conocimiento no es nada sin el Espíritu.
-
¡Tenemos a nuestra disposición la sabiduría
de todas las épocas y sabios, de todos los reyes y profetas que han existido!
-
¡Pídele a Dios que te ayude a saber cuándo
reír y cuándo estar serio, y a distinguir entre un momento y otro!
-
¡Usa la cabeza! ¡No la pierdas!
-
¡En cualquier caso, pídele a Dios
sabiduría! ¡La sabiduría es el arte de saber emplear el conocimiento de Dios y
los datos de que dispones, saber emplear el conocimiento que ya se tiene!
-
Al buen entendedor pocas palabras bastan;
pero con los malos entendedores hay que ser más concreto.
-
Si mañana no sabes más que ayer, no eres
muy sabio.
-
Mudar de opinión es de sabios; jamás de
necios.
-
Los defectos ajenos sirven para que el
sabio corrija los suyos.
-
El
tacto es la habilidad de cerrar la boca antes de que nos lo pidan.
-
¡Lo insensato de Dios es más sabio que los
hombres, y la sabiduría de este mundo es insensatez para con El! (1Co.1:25;
3:19)
-
El temor del Señor es el principio de la
sabiduría, y si comienzas a adquirir un poco de sabiduría, al final llegarás a
ser listo y a amarlo. (Pr.9:10)
-
Yo no creo ni sigo todo lo que oigo, ¡pero
al menos escucho! Procuro sopesarlo a ver si tiene algún mérito o valor.
-
¡Hasta que se me demuestre que no es así,
estoy dispuesto a aceptar la posibilidad de que tal vez sea así!
-
El que no sabe e ignora que no sabe es
necio; ¡evítalo! El que no sabe y sabe que no sabe, es ignorante; ¡enséñale! El
que sabe e ignora que sabe, está dormido: ¡despiértalo! El que sabe y sabe que
sabe, es sabio; ¡síguelo!
-
De sabios es ser cariñoso, de sabios es ser
amable, de sabios es ser considerado, de sabios es perdonar.
-
Ser sencillo es de sabios. La respuesta no
está en adquirir conocimientos. La gente sería mucho más sabia si fuera
sencilla. Para llegar a su corazón, el Señor tiene que sortear esos
conocimientos.
-
Danos, Señor, sabiduría, y por encima de
todo, amor. Tu amor es sabiduría, y nos lo das para que ayudemos a una pobrecita
alma perdida que busca sinceramente.
-
¿Qué es la sabiduría? Es saber emplear el
conocimiento de Dios.
-
Sobre todas tus posesiones, adquiere
sabiduría. Adquieras lo que adquieras, pídele a Dios sabiduría. (Pr. 4:7)
-
La mayoría de los dones menos llamativos
son los que más necesitan los líderes: discernimiento, ciencia y sabiduría.
-
DEUT.32:7
Acuérdate de los tiempos antiguos, Considera los años de muchas
generaciones; Pregunta a tu padre, y él te declarará.
-
1SAM.18:14 Y David se conducía
prudentemente en todos sus asuntos, y el Señor estaba con él.
-
1SAM.18:30 Y salieron a campaña los
príncipes de los filisteos; y cada vez que salían, David tenía más éxito que
todos los siervos de Saúl, por lo cual se hizo de mucha estima su nombre.
-
1RE.4:29 Y Dios dio a Salomón sabiduría y
prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla
del mar.
-
JOB 16:5 Pero yo os alentaría con mis
palabras, y la consolación de mis labios apaciguaría vuestro dolor.
-
JOB 28:28 Y dijo al hombre: He aquí que el
temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia.
-
SAL.19:7b El testimonio del Señor es fiel,
que hace sabio al sencillo.
-
SAL.111:10 El principio de la sabiduría es
el temor del Señor; buen entendimiento tienen todos los que practican sus
mandamientos; Su loor permanece para siempre.
-
SAL.119:73b Hazme entender, y aprenderé tus
mandamientos.
-
SAL.119:98a, 99, 100 Me has hecho más sabio
que mis enemigos con tus mandamientos, porque siempre están conmigo. Más que
todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación.
Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos;
-
PRO.1:5 Oirá el sabio, y aumentará el
saber, y el entendido adquirirá consejo,
-
PRO.1:7 El principio de la sabiduría es el
temor del Señor; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
-
1:7-7a El principio de la sabiduría es el
temor del Señor; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Hijo
mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti,
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la
prudencia, Si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; Si
como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, Entonces
entenderás el temor del Señor, y hallarás el conocimiento de Dios. Porque el
Señor da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El
provee de sana sabiduría a los rectos.
-
PRO.2:10,11 Cuando la sabiduría entrare en
tu corazón, y la ciencia fuere grata a tu alma, La discreción te guardará; te
preservará la inteligencia.
-
PRO.3:13-17 Bienaventurado el hombre que
halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; Porque su ganancia es mejor
que la ganancia de la plata, y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es
que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a
ella. Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y
honra. Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz.
-
PRO.4:5 Adquiere sabiduría, adquiere
inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
-
PRO.4:7 Sabiduría ante todo; adquiere
sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
-
PRO.8:11,12 Porque mejor es la sabiduría
que las piedras preciosas; y todo cuanto se puede desear, no es de compararse
con ella. Yo, la sabiduría, habito con la cordura, y hallo la ciencia de los
consejos.
-
PRO.8:35 Porque el que me halle, hallará la
vida, y alcanzará el favor del Señor.
-
PRO.10:8 El sabio de corazón recibirá los
mandamientos; mas el necio de labios caerá.
-
PRO.10:11 Manantial de vida es la boca del
justo; pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
-
PRO.10:31,32 La boca del justo producirá
sabiduría; mas la lengua perversa será cortada. Los labios del justo saben
hablar lo que agrada; mas la boca de los impíos habla perversidades.
-
PRO.11:12 El que carece de entendimiento
menosprecia a su prójimo; mas el hombre prudente calla.
-
PRO.12:19 El labio veraz permanecerá para
siempre; mas la lengua mentirosa sólo por un momento.
-
PRO.15:31 El oído que escucha las
amonestaciones de la vida, entre los sabios morará.
-
PRO.16:13 Los labios justos son el
contentamiento de los reyes, y éstos aman al que habla lo recto.
-
PRO.16:16 Mejor es adquirir sabiduría que
oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la plata.
-
PRO.16:20a El entendido en la palabra
hallará el bien.
-
PRO.17:24 En el rostro del entendido
aparece la sabiduría; mas los ojos del necio vagan hasta el extremo de la
tierra.
-
PRO.19:8 El que posee entendimiento ama su
alma; el que guarda la inteligencia hallará el bien.
-
PRO.19:20 Escucha el consejo, y recibe la
corrección, para que seas sabio en tu vejez.
-
PRO.24:3 Con sabiduría se edificará la casa,
y con prudencia se afirmará.
-
PRO.25:11 Manzana de oro con figuras de
plata es la palabra dicha como conviene.
-
PRO.27:12 El avisado ve el mal y se
esconde; mas los simples pasan y llevan el daño.
-
PRO.28:5 Los hombres malos no entienden el
juicio; mas los que buscan al Señor entienden todas las cosas.
-
ECL.7:12 Porque escudo es la ciencia, y
escudo es el dinero; mas la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores.
-
ECL.9:16-18 Entonces dije yo: Mejor es la
sabiduría que la fuerza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no
sean escuchadas sus palabras. Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son
mejores que el clamor del señor entre los necios. Mejor es la sabiduría que las
armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.
-
DAN.1:17a, 20 A estos cuatro muchachos Dios
les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias. En todo
asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez
veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino.
-
DAN.2:23a A ti, oh Dios de mis padres, te
doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza.
-
AMÓS.5:13 Por tanto, el prudente en tal
tiempo calla, porque el tiempo es malo.
-
LUC.21:15 Porque Yo os daré palabra y
sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan.
-
HCH.6:10 Pero no podían resistir a la
sabiduría y al Espíritu con que hablaba.
-
ROM.16:19b Porque vuestra obediencia ha
venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que
seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal.
-
1COR.12:8 Porque a éste es dada por el
Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo
Espíritu;
-
1COR.14:20 Hermanos, no seáis niños en el
modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de
pensar.
-
EFE.1:17 Para que el Dios de nuestro Señor
Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en
el conocimiento de Él,
-
COL.2:2b, 3 Cristo, en quien están
escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
-
COL.4:6 Sea vuestra palabra siempre con
gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
-
2TIM.2:7 Considera lo que digo, y el Señor
te dé entendimiento en todo.
-
STG.1:5 Y si alguno de vosotros tiene falta
de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche,
y le será dada.
-
STG.3:13 ¿Quién es sabio y entendido entre
vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
-
STG.3:17 Pero la sabiduría que es de lo
alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de
misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
-
1PE.2:1 Desechando, pues, toda malicia,
todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
-
AP.14:5 Y en sus bocas no fue hallada
mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.
Oración:
Danos,
Señor, mucho amor, mucha sabiduría y mucha paciencia, y haz que sepamos salir y
volver con prudencia ante los demás, y que seamos un buen testimonio y testigos
de tu amor en todo momento del día. Danos, Señor, sabiduría a todos, guarda las
lenguas de cada uno de nosotros para que sepamos qué decir. Ayúdanos a buscar
tu rostro, tu Espíritu Santo, tus Palabras, para decir lo que debemos, en
nuestros comentarios y hasta en las más mínimas sugerencias, a fin de que no
hablemos apoyándonos en nuestra propia prudencia ni nuestra boca, sino con tu sabiduría,
Señor. Danos, Señor, mucha sabiduría, humildad y amor, pues estas tres cosas
son lo mismo, prácticamente sinónimas, sabiduría, humildad y amor; pero la
mayor de ellas es el amor. En el nombre de Jesús. Amen.
Hugo en una de las clases
semanales con nuestros amigos.
Hugo, testificando a
Jésica con la Revista Conéctate y dándole consejería.
Ciudad Colón.
¡Con mucho amor y oraciones!
Hugo y Elizabeth
Ministerio Luz Celestial, San José – Costa Rica
Teléfonos: (506) 88539162