Muchas
personas tratan de zafarse argumentando que toman lo que llaman «la segunda
opción que les da Dios.» Huyen del máximo llamamiento de Dios porque no están
dispuestas a pagar lo que cuesta.
¡No hablemos
de la primera y la segunda opción que Dios ofrece! En la Voluntad de Dios, ¡la
mejor opción es una sola, la mejor, la opción suprema, óptima, el «supremo
llamamiento de Dios en Cristo»! (Filipenses3:14). Y si escoges una segunda
opción, en realidad no es una segunda opción que Él te ofrece, sino lo que a ti
te parece mejor.
¿Qué es el
pecado? Es errar el blanco, no dar en el clavo, no acertar al centro preciso de
Su Voluntad. Es no hacer lo más importante que Dios quiere que hagas. De modo
que «despojémonos de todo peso y del pecado» (Hebreos12:1), de todo lo que nos
impida cumplir con la mayor y más elevada voluntad de Dios, de todo lo que nos
aleje del lugar donde Él sabe que seremos de mayor utilidad para Él y la mayor
bendición para otros.
DECISIONES Y ELECCIONES
Reconócelo en todos tus caminos, y El enderezará tus veredas. (Pr. 3:6)
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La
mayoría de las grandes decisiones que he tomado como dirigente en mi vida
fueron decisiones a solas entre Dios y yo.
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No
siempre tienes que contestar a la gente en el acto o tomar o una decisión
inmediatamente. Si no sabes qué hacer, sé sincero y humilde y admítelo, di: «Lo
siento, no lo sé.»
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Debemos
comprender que lo que sucede a nuestro alrededor escapa en gran medida a
nuestro control, pero que la forma en que escogemos reaccionar a ello sí está
dentro de nuestro control.
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Si
el aspecto espiritual está bien, todo lo demás también estará bien.
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Cuando
hayas tomado una decisión y la suerte esté echada, abandona las otras
posibilidades.
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La
vida es un viaje en el que no podemos escoger ni el navío ni el tiempo, pero
podemos hacer mucho en lo que respecta a la disposición de las velas y el
gobierno del timón.
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El
comprometerse a hacer algo da tranquilidad.
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Si
eres hijo de Dios y le permites a El que escoja, El escogerá lo que más te
conviene, lo que te hará feliz.
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Dios
no te obligará a hacer nada que no quieras hacer, ¡pero es posible que te mande
un gran pesar por no haberlo hecho!
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Dios
te elige porque tú le eliges.
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Dios
deja que muchas cosas dependan de nosotros, conforme a nuestra fe; de si las
queremos o no, de si las necesitamos o no, de si el Señor las necesita o no
para Su Reino.
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Si
tú eliges al Señor y eliges servirle, ¡Dios elegirá a alguien para ayudarte!
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Toda
la vida es un continuo decidir.
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Si
todavía no estás seguro de si algo es la voluntad de Dios, lo mejor que puedes
hacer es esperar en el Señor.
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¡Si
algo glorifica a Dios, seguro que está bien!
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Procura
encontrar la voluntad de Dios para tí, aunque no sea la voluntad de Dios
para nadie más.
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¡Lo
que es bueno para uno no tiene por qué serlo para todos!
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Es
posible que Dios te deje escoger, pero como sólo Él sabe qué es lo mejor, ¡más
vale que le preguntes para averiguar dónde quiere que estés!
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El
Señor quiere enseñarte a tomar decisiones, y uno de los principios más
importantes para tomar decisiones es no ponerse a hablar, ¡sino a orar!
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Si
amas al Señor de todo corazón, tus deseos personales suelen ser buenos, porque
sólo deseas complacerle.
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En
primer lugar, estamos aquí principalmente para aprender a tomar decisiones con
la guía del Señor, y ha sido así desde el Huerto del Edén hasta ahora.
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Cuando
tienes que tomar una decisión y no la tomas, eso en sí ya es una decisión.
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Hay
ciertas cosas que Dios no puede hacer porque no quiere hacerlas, porque El
mismo se ha fijado ciertas restricciones, se ha limitado a fin de no
inmiscuirse en nuestra facultad de elegir, porque nosotros mismos
tenemos que escoger y El no nos obliga a hacer Su voluntad.
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¡Cuando
uno le presenta a una persona la verdad, provoca una crisis, y esa persona se
ve obligada a tomar una decisión!
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No
hay nada que destroce y agote más que la indecisión.
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¡En
cuanto tomes una decisión y empieces a obedecer, Dios hará el resto!
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Hay
personas que quieren que tú decidas por ellas para no tener que hacer el
esfuerzo de orar y analizar seriamente la situación... ¡Sobre todo si más tarde
podrían echarles en cara su decisión! ¡Pero ese es el precio que hay que pagar
por tomar decisiones!
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Conviene
meditar largo tiempo lo que sólo se puede decidir una vez.
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En
toda época de prueba y de tribulación, cuando pasas por el tamiz, hay que tomar
decisiones.
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La
indecisión es casi siempre el peor error en el que se puede incurrir.
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Yo
no me creo todo lo que oigo, ni hago caso de todo lo que oigo, pero por lo
menos escucho. Lo peso y miro a ver si tiene algún valor, si es digno de
atención.
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A
veces se puede llegar a una decisión por un sistema de eliminación, pesando
todos los puntos a favor de una decisión y todos los que están en contra de
ella, haciendo un balance tratando de tener en cuenta las ventajas y
desventajas de determinada acción o plan.
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Después
de tomar una decisión, ora siempre diciendo: «Señor, si nos hemos equivocado,
páranos los pies, por favor.»
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¿Qué
es una decisión para un cristiano? ¿Qué es lo que trata de encontrar? ¡La
Voluntad de Dios!
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Cuando
no tomamos las decisiones que nos corresponde tomar, es como si evadiéramos
nuestro trabajo, nuestra responsabilidad y el motivo principal por el que Dios
nos puso aquí, ¡que es tomar decisiones con la ayuda del Señor y Su guía!
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El
hombre fue creado y puesto aquí para escoger entre el bien y el mal, entre
hacer el bien o el mal, entre servir a Dios o a sí mismo o al Diablo, y para
conocer la conveniencia de servir a Dios; obteniendo la alegría, la felicidad y
los placeres que proporciona el observar las reglas amorosas de Dios por su
propio bien, y a cambio adorando y dando gracias a Dios por todo ello, como
hijos agradecidos de nuestro Padre celestial.
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Puede
ser que tomar una decisión, aunque sea la equivocada, te proporcione un alivio
temporal, ¡pero a la larga las vas a pagar!
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Cuídate
de sacar conclusiones precipitadamente. Eso significa llegar a la conclusión
muy de prisa, antes de lo debido, y demasiado rápido, decidir algo de lo cual
no estás aún convencido.
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Por
eso algunas personas quieren que tomes las decisiones en su lugar, para que no
se les responsabilice a ellas. Quieren que tú cargues con la
culpa en caso de que algo salga mal.
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¡No
te precipites a hacer decisiones prematuras!
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Probablemente
la razón por la que el Señor no nos proporciona mucha información específica en
cuanto a lo que va a acontecer ni cuándo va a acontecer es porque, después de
todo, mucho depende de nosotros, de lo que hagamos y de cuán rápido terminemos
la tarea, y de las decisiones y elecciones que hagamos.
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No
se puede predecir el futuro de forma dogmática cuando tanto depende de nosotros
y de lo que hagamos y de cuán bien lo hagamos, ¡y aún de si lo hacemos o no!
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El
Señor ha prometido darnos señales. Mantente atento a las claves, las
indicaciones, las pequeñas señales de los tiempos concernientes a los
acontecimientos, como también a las señales en las personas, en sus vidas, en
sus ideas, corazones, actos y reacciones, en su solicitud, fidelidad y lealtad.
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Muchas
veces no sabemos aún qué hacer exactamente porque no necesitamos saberlo.
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DT.30:19
A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he
puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues,
la vida, para que vivas tú y tu descendencia.
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SAL.27:11
Enséñame, oh Señor, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis
enemigos.
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SAL.37:23
Por el Señor son ordenados los pasos del hombre, y Él aprueba su camino.
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PR.19:21
Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo del Señor
permanecerá.
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PR.20:5
Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el hombre
entendido lo alcanzará.
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PR.20:18
Los pensamientos con el consejo se ordenan; y con dirección sabia se hace la
guerra.
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PR.24:6
Porque con ingenio harás la guerra, y en la multitud de consejeros está la
victoria.
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PR.24:26
Besados serán los labios del que responde palabras rectas.
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PR.27:9
El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al
hombre.
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2CO.13:1
Por boca de dos o tres testigos se decidirá todo asunto.
Oración:
Señor,
bendícenos y ayúdanos a todos a permanecer en el centro de Tu Voluntad. Haz que
mantengamos con firmeza nuestras ideas, nuestro objetivo. No tenemos ni idea de
la magnitud de Tu propósito, pero hemos acudido a Tu llamado, Señor. Ayúdanos a
cumplir la mejor opción, la tuya, con la mayor dedicación, y nada menos. Amen
Hugo, con la Sra. Roxana, dándole una clase de la biblia y consejería.
Orotina - Alajuela
Orotina - Alajuela
¡Con mucho amor y oraciones!
Hugo y Elizabeth
Ministerio Luz Celestial, San José – Costa Rica
Teléfonos: (506) 88539162
E-mail: mluzcelestial@gmail.com
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